La princesa y el gigante
Una historia perfecta para demostrar que no hay nada como un cuento antes de dormir
Esta ingeniosa y encantadora versión de un clásico de los cuentos de hadas gustará a adultos y niños por igual.
La princesa Sofía no puede pegar ojo por CULPA de un gigante gruñón y quejoso que hace un sinfín de ruidos por la noche. Pero cuando Sofía va a verlo con su libro de cuentos se le ocurre una idea brillante que es EXACTAMENTE lo que necesita el gigante. Una preciosa historia que demuestra que no hay nada como un buen cuento antes de ir a dormir.
PÚBLICO: | Infantil / Juvenil |
EDAD RECOMENDADA: | A partir de 3 años |
IDIOMA ORIGINAL: | Inglés |
IDIOMA DE PUBLICACIÓN: | Castellano |
Nº DE PÁGINAS: | 32 |
EAN: | 9788416363544 |
ISBN: | 978-84-16363-54-4 |
FECHA DE PUBLICACIÓN: | 28/01/2016 |
FORMATO: | 25,5 x 19,5 |
ENCUADERNACIÓN: | Cartoné |
PRECIO: | 14,90 € |
TRADUCCIÓN: | de Isasa Moreno de Carlos, Rocío |
Caryl es escritora de libros infantiles a tiempo completo, y además dirige talleres creativos con las escuelas de su zona. Su primer cuento ilustrado, Don't dip your chips in your drink, Kate! ganó dos premios y fue finalista de un tercero. Vive en lo alto de una colina ventosa en el Distrito de los Picos, al norte de Inglaterra, con su marido guitarrista, dos hijas parlanchinas, un gato negro muy peludo, un pececillo y cuatro gallinas. Además, antes tenía un perro imaginario llamado Paddy, pero ahora tiene uno de verdad que se llama Roo.
Además de escribir, a Caryl le encanta pasear por el campo, nadar, dar abrazos, hacer pasteles, sacar las malas hierbas del jardín, correr, dormir, charlar, ver vídeos de gatos que hablan en YouTube, pasar el rato en cafeterías y tocar al piano la única canción que se sabe. No le gusta levantarse por la mañana, desenredarles el pelo a sus hijas ni pasar frío. Sus lugares favoritos son la biblioteca de su pueblo, porque se está calentito y está llena de libros, y el campo en el que juega al escondite, porque puede tumbarse entre la hierba y nadie la ve.
Sarah se crió en Anglesey, al norte de Gales. Pasó su infancia dibujando caballos en los cartones de las cajas de cereales. Cuando por fin se dio cuenta de que nunca conseguiría convertirse en caballo, decidió que quería ser artista. Estudió ilustración en la University of the West of England, en Bristol, y nunca se ha arrepentido. Sarah ha ilustrado muchos libros y ha trabajado para un gran número de editoriales. Sarah trabaja a partir de una combinación de bocetos a lápiz, coloreo digital y técnicas tradicionales de plumilla, tinta y acuarela.
Sarah vive en Bristol con su marido, sus dos hijos y un conejillo de Indias gruñón. Ya no dibuja en las cajas de cereales, no soporta dibujar caballos.